viernes, 1 de abril de 2016

GLOBAL BIODIVERSITY OUTLOOQ 4




Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica 4 



Evaluación a mitad de período sobre los avances en la implementación del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020


Antecedentes 


Esta cuarta edición de la Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica (PMDB-4), publicada prácticamente en el punto intermedio del período del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, proporciona un informe oportuno sobre los avances logrados para alcanzar las 20 Metas de Aichi para la Diversidad Biológica y las posibles acciones para acelerar esos avances, las posibilidades de cumplir la Visión para 2050 de “vivir en armonía con la naturaleza” y la importancia de la diversidad biológica para alcanzar los objetivos más amplios de desarrollo humano sostenible durante este siglo. 

Mensajes clave 

Se han realizado avances importantes hacia el logro de algunos de los componentes de la mayoría de las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica. Algunos componentes de las metas, tales como conservar por lo menos el 17% de las zonas terrestres y de aguas continentales, están en vías de ser alcanzados. 

Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos avances no resultarán suficientes para alcanzar las metas establecidas para 2020, y se requieren medidas adicionales para mantener el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 en su curso. En las siguiente sub-sección se indican posibles acciones clave para acelerar los avances hacia el logro de cada meta. 

Las extrapolaciones para diversos indicadores sugieren que, en base a las tendencias actuales, las presiones sobre la diversidad biológica continuarán aumentando por lo menos hasta 2020, y que el estado de la diversidad biológica continuará deteriorándose, a pesar del hecho de que las respuestas de la sociedad a la pérdida de diversidad biológica están aumentado enormemente y de que, conforme a los planes y compromisos nacionales, se proyecta que continúen aumentado en lo que resta de este decenio. Esto puede deberse en parte a las demoras entre que se adoptan medidas positivas y que esas medidas arrojan resultados positivos discernibles. Pero también podría deberse a que las respuestas son insuficientes para hacer frente a las presiones, de manera que no alcanzarían a contrarrestar los crecientes efectos de los impulsores de la pérdida de diversidad biológica. 

Las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica no pueden ser abordadas en forma individual y aislada, dado que algunas metas dependen en gran medida de que se alcancen otras. Las acciones relacionadas con determinadas metas tendrán una marcada influencia en el logro del resto. Estas son, en particular, las metas relacionadas con el abordaje de las causas subyacentes de pérdida de diversidad biológica (en general, las metas comprendidas en el objetivo estratégico A), el desarrollo de marcos nacionales para la aplicación de las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica (meta 17) y la movilización de recursos financieros (meta 20). 

El logro de las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica haría una importante contribución a las prioridades mundiales más amplias que se abordan en la agenda para el desarrollo después de 2015: reducir el hambre y la pobreza, mejorar la salud humana y garantizar un suministro sostenible de energía, alimentos y agua limpia. La incorporación de la diversidad biológica en los objetivos de desarrollo sostenible, sobre los que se está deliberando actualmente, ofrece una oportunidad para integrar a la diversidad biológica en los procesos centrales de toma de decisiones. 

Existen vías plausibles para lograr la visión para 2050 de detener la pérdida de diversidad bioló- gica, en conjunto con objetivos clave de desarrollo humano, limitando el cambio climático a un calentamiento de dos grados Celsius y combatiendo la desertificación y la degradación de las tierras. No obstante, para alcanzar estos objetivos conjuntos se requieren cambios en la sociedad, que incluyen un uso mucho más eficiente de la tierra, el agua, la energía y los materiales, un replanteamiento de nuestros hábitos de consumo y, en particular, grandes transformaciones en los sistemas alimentarios. 

Un análisis de los principales sectores primarios indica que los impulsores vinculados con la agricultura representan el 70% de la pérdida proyectada de diversidad biológica terrestre. Por lo tanto,abordar las tendencias en los sistemas alimentarios resulta crucial para determinar el éxito del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Las soluciones para lograr la sostenibilidad de los sistemas de agricultura y alimentación incluyen aumentos sostenibles de la productividad por medio de la restauración de los servicios de los ecosistemas en los paisajes agrícolas, reducción de desechos y pérdidas en las cadenas de suministro y promoción de cambios en las modalidades de consumo.

Resumen de avances y acciones clave relacionadas con el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020


A continuación se resumen las conclusiones de la PMDB-4 y se exponen las tendencias recientes, el estado actual y las proyecciones hasta 2020 relacionadas con los cinco objetivos generales del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y sus correspondientes Metas de Aichi para la Diversidad Biológica, y se identifican asimismo algunas acciones posibles que acelerarían los avances hacia el logro de las metas, si se aplicasen de manera más amplia.

Este informe reúne diversas líneas de evidencia derivadas de una amplia variedad de fuentes. Se basa en metas, compromisos y actividades de los países, según lo informado en las estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad (EPANB) y los informes nacionales, así como en las evaluaciones propias de las Partes de sus avances hacia el logro de las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica. Toma en cuenta información sobre el estado de las tendencias de la diversidad biológica según lo comunicado por las Partes y en la literatura cientí- fica, y utiliza extrapolaciones estadísticas hasta 2020 basadas en indicadores, así como hipótesis basadas en modelos a más largo plazo.

Objetivo estratégico A 


Abordar las causas subyacentes de la pérdida de la diversidad biológica mediante la incorporación de la diversidad biológica en todos los ámbitos gubernamentales y de la sociedad


Tendencias recientes, estado actual y proyecciones 


Según los datos limitados disponibles, la conciencia pública acerca de la diversidad biológica y su importancia parecería estar aumentando en el mundo tanto desarrollado como en desarrollo, aunque continúa estando en un nivel bajo en algunos países (meta 1). Se han logrado avances importantes en la integración de los valores de la diversidad biológica en los procesos de planificación y las estrategias para reducir la pobreza. También ha habido progresos en cuanto a la integración del capital natural en las cuentas nacionales. Continúan existiendo grandes diferencias entre los países, pero las iniciativas internacionales están ayudando a atenuar esas diferencias (meta 2). Los gobiernos siguen otorgando subsidios perjudiciales para la diversidad biológica y, si bien en los subsidios agrícolas hay una tendencia creciente hacia incentivos favorables para la conservación de la diversidad biológica, no hay datos concluyentes que indiquen que estos incentivos lograrán sus finalidades (meta 3). Aunque los recursos naturales se están usando de manera mucho más eficiente para producir bienes y servicios, este avance se ve contrarrestado por el importante aumento en nuestros niveles de consumo totales. Dadas las modalidades de consumo actuales, es improbable que se pueda mantener a los ecosistemas dentro de límites ecológicos seguros (meta 4).

Posibles acciones clave que podrían acelerar los avances hacia el logro de este objetivo, si se aplicasen de manera más amplia 


• esfuerzos, estrategias y campañas de comunicación coherentes, estratégicas y sostenidas para generar mayor conciencia acerca de la diversidad biológica y sus valores y de maneras de apoyar su conservación y utilización sostenible; 

• mejor uso de las ciencias sociales, incluido por medio de la comprensión de los impulsores sociales, económicos y culturales que motivan los comportamientos y sus interrelaciones, a fin de mejorar el diseño de campañas de comunicación y participación y de políticas pertinentes;

 •  con la recopilación de estadísticas ambientales y creación de cuentas económicas y ambientales, incluido mediante la profundización del desarrollo y el mantenimiento de cuentas nacionales de existencias de recursos naturales relacionados con la diversidad biológica (tales como los bosques y los recursos hídricos), y, donde sea posible, integrándolas en las cuentas financieras nacionales; 

• elaborar y aplicar planes de políticas, con prioridades y cronogramas, que conduzcan a la eliminación, eliminación gradual o reforma de los subsidios perjudiciales y en aquellos casos en que ya se hayan determinado los incentivos y subsidios candidatos para eliminación, eliminación gradual o reforma, tomar medidas oportunas; 

• esquemas agroambientales y otros instrumentos de política integrados y con objetivos más definidos hacia los resultados deseados en materia de diversidad biológica; y 

• fortalecer alianzas entre compañías y asociaciones industriales, la sociedad civil y organismos gubernamentales, de manera transparente y rindiendo cuentas, a fin de promover prácticas sostenibles que aborden la diversidad biológica.

Objetivo estratégico B 


Reducir las presiones directas sobre la diversidad biológica y promover la utilización sostenible


Tendencias recientes, estado actual y proyecciones 


Se ha desacelerado significativamente la pérdida de hábitats forestales en algunas regiones, por ejemplo en la Amazonia brasileña. No obstante, la deforestación en muchas otras zonas tropicales del mundo continúa aumentando, y se continúan fragmentando y degradando hábitats de todos los tipos, tales como praderas, humedales y cuencas fluviales (meta 5). La pesca excesiva continúa siendo un problema importante, con un porcentaje cada vez mayor de poblaciones de peces sobreexplotadas, agotadas o colapsadas y prácticas pesqueras inapropiadas que provocan daños en hábitats y especies que no son el objetivo de la pesca. Por otro lado, un número cada vez mayor de pesquerías, concentradas en los países desarrollados, están obteniendo certificaciones de sostenibilidad (meta 6). Un mayor nivel de certificación de la silvicultura, especialmente en zonas boreales y templadas, y la creciente adopción de buenas prácticas agrícolas indican que la producción es más sostenible. No obstante, las prácticas no sostenibles en la agricultura, la acuicultura y la silvicultura siguen causando degradación ambiental y pérdida de diversidad biológica sustanciales (meta 7). La contaminación por nutrientes se ha estabilizado en partes de Europa y América del Norte, pero se proyecta que aumentará en otras regiones y continúa siendo una amenaza importante para la diversidad biológica acuática y terrestre. Otras formas de contaminación, como la producida por sustancias químicas, plaguicidas y plásticos, están aumentando (meta 8). Los gobiernos están tomando cada vez más medidas para controlar y erradicar especies exóticas invasoras. Por ejemplo, un número creciente de erradicaciones, en particular de las islas, muestra que revertir la amenaza de las especies invasoras es muchas veces factible y eficaz. No obstante, la tasa general de invasiones, que suponen grandes costos económicos y ecológicos, no muestra señales de desaceleración. En un número limitado de países se han tomado medidas preventivas (meta 9). Múltiples presiones terrestres y marinas sobre los arrecifes de coral continúan aumentando, aunque algunas grandes áreas de arrecifes de coral se están incorporando a áreas protegidas marinas. Hay menos información disponible respecto a las tendencias para otros ecosistemas especialmente vulnerables al cambio climático, incluidos los ecosistemas de montaña tales como los bosques de zonas nubosas y los páramos (tundra de gran altura de las zonas tropicales de América) así como los ecosistemas de zonas bajas, vulnerables al aumento en el nivel del mar. (meta 10).

Posibles acciones clave que podrían acelerar los avances hacia el logro de este objetivo, si se aplicasen de manera más amplia 


• formular políticas integradas para abordar la pérdida y degradación de hábitats, abarcando incentivos tanto positivos como negativos; dar participación a grupos sectoriales, comunidades indígenas y locales, propietarios de tierras, otras partes interesadas y el público general; redes de áreas protegidas y otras medidas eficaces de conservación basadas en áreas; y hacer cumplir reglamentos y leyes pertinentes; 

• aprovechar mejor los sistemas innovadores de gestión pesquera, tales como la cogestión comunitaria, que ofrecen a los pescadores y las comunidades locales un mayor interés en la salud duradera de las poblaciones de peces, combinados con la eliminación, eliminación gradual o reforma de los subsidios que contribuyen al exceso de capacidad de pesca, la eliminación gradual de las prácticas de pesca destructivas y un mayor desarrollo de las redes de áreas protegidas marinas; 

• aumentar la eficiencia en la agricultura, incluido por medio de una mejora en la especificidad y la eficiencia de los fertilizantes, los plaguicidas y el uso de agua, reduciendo las pérdidas posteriores a la cosecha y minimizando el desperdicio de alimentos, y promover dietas sostenibles; 

• reducir la contaminación por nutrientes aumentando la eficiencia en el uso de nutrientes en la agricultura a fin de reducir las pérdidas ambientales, mejorar el tratamiento y el reciclaje de las aguas servidas y las aguas residuales industriales, eliminar los fosfatos de los detergentes y conservar y restaurar los humedales; 

• intensificar los esfuerzos para identificar y controlar las principales vías responsables de invasiones de especies, incluido a través del desarrollo de medidas de control de fronteras o de cuarentena para disminuir la probabilidad de que se introduzcan especies exóticas potencialmente invasoras y hacer un uso pleno de los análisis de riesgo y las normas internacionales; y 

• gestionar de manera sostenible la pesca en los arrecifes de coral y los ecosistemas estrechamente relacionados, en combinación con una gestión integrada de las zonas costeras y las cuencas hidrográficas continentales a fin de reducir la contaminación y otras actividades terrestres que amenazan a estos ecosistemas vulnerables. 


Objetivo estratégico C 


Mejorar la situación de la diversidad biológica salvaguardando los ecosistemas, las especies y la diversidad genética


Tendencias recientes, estado actual y proyecciones 


Teniendo en cuenta los compromisos actuales, es probable que se alcance a nivel mundial el elemento de la meta 11 de conservación del 17% de las zonas terrestres para 2020, si bien las redes de áreas protegidas no han llegado a ser ecológicamente representativas y muchos sitios críticos para la diversidad biológica se conservan de manera deficiente. El elemento de protección del 10% de las zonas marinas y costeras está bien encaminado a lograrse en las aguas costeras; no obstante, las zonas de alta mar abierto y aguas profundas aún no están bien cubiertas. La gestión inadecuada de las áreas protegidas sigue siendo generalizada. Más allá de algunos casos puntuales de éxito, el riesgo de extinción medio para aves, mamíferos y anfibios sigue aumentando (meta 12). La diversidad genética del ganado domesticado se está deteriorando: más de un quinto de las razas (22%) están en riesgo de extinción y las variedades silvestres emparentadas con especies cultivadas se ven crecientemente amenazadas por la fragmentación de hábitats y el cambio climático (meta 13).


Posibles acciones clave que podrían acelerar los avances hacia el logro de este objetivo, si se aplicasen de manera más amplia


• ampliar las redes de áreas protegidas y otras medidas eficaces de conservación basadas en áreas para que éstas sean más representativas de las regiones ecológicas del planeta, las áreas marinas y costeras (incluidos los hábitats oceánicos y de aguas profundas), las aguas continentales y las áreas de especial importancia para la diversidad biológica, incluidas aquellas que contienen poblaciones singulares de especies amenazadas; 

• mejorar y evaluar regularmente la eficacia y equidad de la gestión de las áreas protegidas y otras medidas de conservación basadas en áreas; 

• desarrollar planes de acción para especies, dirigidos directamente a especies amenazadas determinadas; 

• asegurar que ninguna especie sea objeto de explotación no sostenible para el comercio ya sea nacional o internacional, incluido por medio de acciones convenidas en el marco de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES); 

• promover políticas públicas e incentivos que mantengan las variedades locales de cultivos y razas autóctonas en los sistemas de producción, incluido a través de una mayor cooperación con las comunidades indígenas y locales y los agricultores en el mantenimiento de la diversidad genética in situ y reconociendo el papel que cumplen estos actores; e 

• integrar en los planes de gestión para las áreas protegidas la conservación de las variedades silvestres emparentadas con las plantas cultivadas y el ganado domesticado, realizar estudios de relevamiento de la ubicación de variedades silvestres emparentadas e incluir esta información en planes para la ampliación o el desarrollo de redes de áreas protegidas.


Objetivo estratégico D 


Aumentar los beneficios de la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas para todos


Tendencias recientes, estado actual y proyecciones 

Continúan perdiéndose y degradándose hábitats importantes para los servicios de los ecosistemas, como por ejemplo humedales y bosques (meta 14). Sin embargo, ya están en curso actividades de restauración para algunos ecosistemas agotados o degradados, especialmente humedales y bosques, en algunos casos, como en China, a escalas muy ambiciosas. Muchos países, organizaciones y empresas se han comprometido a restaurar grandes áreas. El abandono de tierras agrícolas en algunas regiones de Europa, América del Norte y Asia Oriental está dando lugar a una “restauración pasiva” a escala importante (meta 15). El Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización entrará en vigor el 12 de octubre de 2014, abriendo nuevas posibilidades para la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos (meta 16).

Posibles acciones clave que podrían acelerar los avances hacia el logro de este objetivo, si se aplicasen de manera más amplia

• identificar, a nivel nacional, con la participación de las partes interesadas pertinentes, aquellos ecosistemas que son particularmente importantes para la provisión de servicios de los ecosistemas, con especial atención a los ecosistemas de los que dependen directamente la salud, nutrición, bienestar general y medios de vida de grupos vulnerables, así como los ecosistemas que ayudan a reducir los riesgos de desastres; 

• reducir las presiones sobre los ecosistemas que brindan servicios esenciales (por ejemplo, humedales, arrecifes de coral, ríos y bosques y zonas montañosas como “torres de agua”, entre otros ecosistemas) y, donde sea necesario, mejorar su protección y restauración; 

• identificar oportunidades y prioridades de restauración, incluyendo en ecosistemas altamente degradados, áreas de especial importancia para los servicios de los ecosistemas y la conectividad ecoló- gica y áreas que estén dejando de ser utilizadas para la agricultura y otras actividades humanas; 

• donde sea posible, hacer de la restauración una actividad económicamente viable, combinando empleo y generación de ingresos con actividades de restauración; e 

• introducir, para 2015, medidas legislativas, administrativas o de políticas y estructuras institucionales para aplicar el Protocolo de Nagoya y emprender actividades de concienciación y creación de capacidad, incluyendo dando participación a las comunidades indígenas y locales y al sector privado.


Objetivo estratégico E 

Mejorar la implementación a través de la planificación participativa, la gestión de los conocimientos y la creación de capacidad

Tendencias recientes, estado actual y proyecciones 


Se prevé que para 2015 la mayoría de las Partes en el CDB habrán establecido estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad (meta 17), lo que ayudará a traducir los objetivos del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 en acciones nacionales. Los conocimientos tradicionales continúan disminuyendo, tal como lo indican la pérdida de diversidad lingüística y el desplazamiento a gran escala de comunidades indígenas y locales, si bien esta tendencia se está revirtiendo en algunos lugares gracias al creciente interés en las culturas tradicionales y la participación de las comunidades locales en la gestión de las áreas protegidas (meta 18). Se están compartiendo datos e información sobre la diversidad biológica de manera mucho más amplia por conducto de iniciativas que promueven y facilitan el acceso libre y abierto a registros digitalizados de colecciones y observaciones de historia natural, incluyendo a través de redes científicas ciudadanas; no obstante, muchos datos e información siguen siendo inaccesibles y se carece de capacidad para movilizarlos en muchos países (meta 19). Los datos disponibles resultan insuficientes para dar cuenta, con cierto grado de certeza, de los avances en la movilización de recursos financieros de todas las fuentes. No obstante, según los datos disponibles, se requerirán mayores esfuerzos para aumentar de manera significativa los recursos financieros, de todas las fuentes, para la implementación efectiva del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 (meta 20). 

Posibles acciones clave que podrían acelerar los avances hacia el logro de este objetivo, si se aplicasen de manera más amplia 


• asegurar que las estrategias y planes de acción nacionales sobre biodiversidad estén actualizados y alineados con el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica, por ejemplo, mediante el establecimiento de metas nacionales con indicadores y mecanismos de seguimiento correspondientes y la participación de todas las partes interesadas; 

• promover iniciativas que apoyen los conocimientos tradicionales y locales en materia de diversidad biológica y fomenten la utilización consuetudinaria sostenible, incluyendo iniciativas tradicionales de cuidado de la salud, fortaleciendo oportunidades para aprender y hablar lenguas indígenas, realizando proyectos de investigación y recolectar datos apoyados en metodologías comunitarias y dando participación a las comunidades indígenas y locales en la creación, control, gobernanza y gestión de las áreas protegidas; 

• fortalecer y promover una mayor movilización y acceso a datos, por ejemplo, alentando el uso de normas y protocolos de información comunes, promoviendo una cultura de intercambio de datos, invirtiendo en digitalización de colecciones de historia natural y promoviendo las contribuciones de los ciudadanos científicos al cuerpo de observaciones de la diversidad biológica; 

• establecer o fortalecer programas de seguimiento, incluyendo el de seguimiento de los cambios en el uso de la tierra, brindando información casi en tiempo real, donde sea posible, en particular para los lugares críticos o hotspots de cambio en la diversidad biológica; 

• formular planes financieros nacionales para la diversidad biológica, como parte de las estrategias y planes de acción nacionales sobre biodiversidad, alineados, donde sea posible, con los ciclos nacionales de planificación financiera anual y plurianual; y 

• aumentar los flujos nacionales e internacionales de recursos para la diversidad biológica, ampliando las fuentes de financiación para la diversidad biológica, incluyendo mediante la exploración de mecanismos financieros innovadores, tales como la reforma de subsidios y esquemas de pagos por los servicios de los ecosistemas, reconociendo que se requerirá una variedad de fuentes de financiación. 



https://www.cbd.int/gbo/gbo4/publication/gbo4-es-lr.pdf